La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha realizado un estudio sobre la seguridad de
pequeños aparatos electrodomésticos. Los productos seleccionados se corresponden con marcas poco
conocidas, de muy bajo precio y han sido adquiridos además de en tiendas especializadas en
electrodomésticos y grandes superficies, en bazares y pequeños comercios y su procedencia en general
es de países asiáticos. Los resultados de dicho estudio han sido publicados en el número 318 de la
revista OCUCompra Maestra correspondiente al mes de Septiembre.
En dicho estudio, realizado por la OCU en colaboración con asociaciones de
consumidores de 4 países europeos (Italia, España, Bélgica y Portugal), se han analizado 96
productos, 23 de ellos adquiridos en España. Se ha estudiado su seguridad térmica (es decir, si
tienen partes accesibles que se calientan hasta temperaturas tan altas como para causar quemaduras,
de acuerdo con normas de calidad existentes) y su seguridad eléctrica (para comprobar que no existen
riesgo de electrocución o incendio). Por último, se ha comprobado la veracidad del etiquetado,
alegaciones sobre medidas de seguridad y certificaciones que acompañan a estos productos.
Los resultados del análisis de la OCU ponen de manifiesto la existencia de
riesgos de seguridad. En general, uno de cada diez productos analizados suspende en seguridad
eléctrica y uno de cada cuatro presenta riesgos en cuanto a su seguridad térmica. De los productos
adquiridos en España, dos suspenden en seguridad eléctrica y cinco en seguridad térmica, y dos tanto
en seguridad eléctrica como térmica. De los productos adquiridos en España, un 40% no son
aparatos seguros.
Por otra parte, el análisis de etiquetado llevado a cabo por la OCU revela
también graves deficiencias. De hecho, 56 productos exhibían sellos de diversos laboratorios
certificadores, pero sólo 7 eran legítimos. En 31 productos el sello certificador era falso y en 17
casos se usaba de modo irregular.
Esta situación, junto con la polémica recientemente suscitada por la
retirada de juguetes de Mattel, pone de manifiesto, a juicio de la OCU, el auténtico descontrol que
existe en la importación y comercialización en nuestro país de productos inseguros que provienen de
países terceros, en especial del extremo oriente.
Además, se da la circunstancia de que desde 2003 poco o nada ha cambiado la
situación, pues los productos inseguros siguen estando presentes de forma importante en nuestro
mercado. La OCU realizó entonces un estudio similar que arrojó prácticamente los mismos resultados:
una parte importante de los productos analizados eran inseguros.
Por ello, una vez más, la OCU se ha dirigido a las autoridades
reclamando:
-
Que se vigile de modo más eficaz el cumplimiento de las normas de
seguridad en la fabricación de productos.
-
Que se controle con más rigor la veracidad de las etiquetas que
certifican el cumplimiento de las medidas de seguridad exigidas por la normativa. La
abundancia de sellos falsos resta valor a los verdaderos y da la impresión que en la
certificación todo vale. El caso más llamativo es el del marcado CE, que inspira confianza
a muchos consumidores pero en absoluto garantiza que el producto cumpla las normas, como
demuestra el análisis realizado por la OCU.
-
Que la detección de productos peligrosos no dependa solo de la
buena voluntad de fabricantes y distribuidores como ocurre ahora. Es necesario un control
activo por parte de las autoridades. Hacen falta más inspecciones y mayor coordinación
entre las administraciones para evitar que los productos defectuosos lleguen hasta los
consumidores.
-
Que se sancione con ejemplaridad a los responsables de las
infracciones, los fabricantes o los importadores de esos productos, responsables de su
puesta en circulación en el mercado tal y como la OCU ha solicitado ya en el caso de la
retirada de juguetes inseguros por parte de Mattel.
Fuente: O.C.U. Puede leer más articulos y comparativas de productos en la pagina web de la O.C.U